Del otro lado del Atlántico viajan a España para presentar sendas ponencias en nuestro próximo congreso los fotógrafos mexicanos Jorge Silva y Sergio Pedrero, ambos miembros de la Comunidad Mexicana de Fotógrafos de Naturaleza, con la que AEFONA mantiene estrechos vínculos de amistad y colaboración.
Jorge Silva, nacido en San Cristóbal de Las Casas (Chiapas, México), afirma que vio la luz por vez primera en un “lugar mágico, rodeado de bellos bosques y selvas con escenarios naturales majestuosos”; cuyo contacto, con el tiempo, llegó a provocarle tanta fascinación que acabó hallando en la naturaleza su gran pasión por la fotografía.
En los últimos años, su inclinación por la fotografía de naturaleza le ha llevado a adentrarse en el mundo de las aves; que califica de increíble dado el amplio margen de posibilidades que ofrece esta especialidad, por la que se siente fuertemente atraído; lo que no le impide incursionar también en otras disciplinas de la imagen, como el paisaje, la fotografía macro o la nocturna.
Sus múltiples viajes por el interior de la compleja geografía de su estado natal le han llevado a conocer, además de una gran belleza paisajística, la vulnerabilidad y enorme destrucción de las áreas naturales que subsisten en Chiapas.
Consciente Jorge Silva de que el camino indicado para la conservación es difundir, enseñar y hacer partícipe a nuestra sociedad de lo que realmente está sucediendo en el planeta en estos precisos momentos, a finales de 2014 tomó la decisión de renunciar a su empleo profesional -agrónomo- para entregarse por completo a la tarea de documentar fotográficamente la gran mayoría de áreas naturales protegidas que existen actualmente en Chiapas (extremo sureste de México, en la frontera con Guatemala) y que suman más de un centenar.
Junto a otros dos grandes amigos y colegas fotógrafos -uno de ellos Sergio Pedrero-, con quienes forma equipo, Jorge Silva está llevando a cabo el proyecto “Chiapas Legado Verde”, dedicado especialmente a valorar la vida silvestre y la belleza de la naturaleza que aún permanece inalterable; lo cual -afirma nuestro ponente- forma parte de un asombroso y único legado natural y cultural que compartimos, y “para entender las circunstancias en las cuales la vida se abre paso a través de su convivencia con nosotros, los seres humanos”.
Sus fotografías han ocupado páginas en libros con contenido de interés científico o de promoción de la conservación de la naturaleza. También ha participado en diversas exposiciones fotográficas, tanto colectivas como individuales, así como en diversos certámenes de fotografía. En 2015 quedó finalista en el concurso internacional de fotografía de naturaleza Oasis Photocontest celebrado en Italia.
Como ocurre en el caso de su connacional, a Sergio Pedrero le caracteriza una resuelta actitud en defensa de la naturaleza y su no menos decidida labor respecto al estudio de la fauna salvaje que alberga la entidad federativa mexicana de Chiapas; donde reside desde que naciera, al igual que Jorge Silva, en la localidad chiapaneca de San Cristóbal de Las Casas.
Sergio Pedrero comenta que debido a las actividades de su familia “siempre estuvo en contacto directo con la naturaleza, situación que llegó a definir, de alguna manera, su futuro profesional”.
Y añade que tras licenciarse en medicina veterinaria y dedicarse posteriormente a la práctica laboral en el sector agropecuario, pudo comprobar que uno de los factores más importantes que llevan a la destrucción de los ecosistemas son precisamente la ganadería y la agricultura; por lo que comenzó a emplear nuevas técnicas de trabajo sostenible en una finca de su propiedad, que con el tiempo alcanzó a convertirse en la reserva natural Finca Santuario La Esperanza, en la que se asienta una amplia variedad de fauna silvestre.
Al comenzar a estudiar la población de cocodrilos existente en la finca -refiere nuestro ponente- se percató de la gran importancia que tiene la imagen como herramienta para la conservación de las diferentes especies faunísticas; hecho que le llevó a iniciarse sin demora en el estudio y técnica de la fotografía.
Tras ser nombrado presidente de la Red de Reservas Naturales de Chiapas, Sergio Pedrero decidió fundar, en compañía de otros fotógrafos locales, un colectivo fotográfico denominado Mirada verde, con el que iniciaron una campaña de exposiciones locales a fin de fomentar la conservación del medio ambiente en Chiapas.
Al mismo tiempo, se incorpora a la Comunidad Mexicana de Fotógrafos de Naturaleza como socio fundador -junto con Jorge Silva- e inicia una nueva etapa en su quehacer fotográfico que le lleva a presentar su obra en diversas exposiciones de carácter nacional e internacional.
Sergio Pedrero ha colaborado periódicamente en revistas y publicaciones de contenido científico y cultural, destacando su participación en los libros “El Oro Blanco de México”, “Paisajes de México” y “Loros de México, historia Natural”, entre otros.
Hace dos años -en compañía también de Jorge Silva y otro amigo fotógrafo- se unió al ambicioso proyecto “Chiapas Legado Verde” que pretende documentar con imágenes todas las reservas naturales que existen en Chiapas, que como ya se dijo superan el centenar.
En la actualidad ejerce la presidencia de la Comunidad Mexicana de Fotógrafos de Naturaleza; entidad, que acaba de crear la revista digital Quetzalli y el libro “Lo Mejor de la Fotografía de Naturaleza en México 2016”.