Foto: Rubén Sánchez
Queremos compartir esta buena noticia que nos ha hecho llegar nuestro compañero Rubén Sánchez.
«Estamos en el buen camino para recuperar al lince ibérico de la extinción. El peligro es debido, principalmente, a la gran falta de conejos, su fuente de alimentación principal.
Hace unos años, el censo de linces era de apenas 94 ejemplares y, gracias a un gran esfuerzo de conservación en España y Portugal —con programas para las crías en cautividad, fondos europeos LIFE, con WWF, Administraciones y fincas para la recuperación—, se ha conseguido un gran aumento de esta especie hasta los 1688 ejemplares en el último censo.
A pesar de esta gran noticia, hay que seguir trabajando para conseguir una mayor población totalmente viable y fuera de peligro, teniendo especial atención a los atropellos, que se pueden evitar habilitando pasos de fauna, así como señalizando las carreteras. Hay que poner también especial atención al furtivismo, que provoca una pérdida irreparable de linces cada año.
Con la situación actual de la especie, aún no podemos estar tranquilos, a pesar de todos los éxitos logrados, y hay que seguir trabajando. Los esfuerzos están dando sus frutos, pero existen amenazas que continúan estando presentes en el día a día, como los atropellos, la caza ilegal, los venenos, los cepos… Hay que multiplicar la población por tres para estar más tranquilos de su “salvación”.
Foto: Rubén Sánchez
En la actualidad, como mencioné anteriormente, ya hay proyectos para reducir las amenazas principales a las que se enfrentan los linces. Según los datos registrados, en la actualidad el mayor núcleo de linces se encuentra en Andalucía, seguido de Castilla-La Mancha y de Extremadura. Sin embargo, Castilla-La Mancha ha sido, en el último año, la comunidad donde se ha registrado el mayor aumento de población de linces. Sin lugar a dudas, los datos del último censo son esperanzadores. Pero debemos dar continuidad a los programas de conservación y favorecer la implementación de medidas que contribuyan a la mejora de las diversas poblaciones del lince ibérico. No se nos puede olvidar que la especie sigue en el catálogo español de especies amenazadas.
Como medida de conservación, en las fincas que se dedican a la conservación del lince ibérico, podemos incrementar la población de las especies que son su fuente de alimentación, como la perdiz roja y el conejo, alimentos fundamentales para el lince.
Por ejemplo, la finca Peñalajo, en Ciudad Real, lleva ya unos años de trabajo con una gran recuperación del lince y de las especies de las que se alimenta. Pero es solo una de las muchas fincas que se dedican a luchar y trabajar por la conservación y recuperación del lince ibérico.
Fotos: Rubén Sánchez
Además, a través de la fotografía de la especie, se están viendo aspectos muy positivos para su conservación. En la finca Peñalajo, WWF España, Wildwatching Spain y la propia finca, junto con las Administraciones locales,empezaron hace ya unos años un gran proyecto en el que todos tenían claro un gran objetivo, ayudar al lince ibérico. Sin duda, es un claro ejemplo de que gracias a la fotografía se puede disfrutar y ver de cerca la belleza de esta especie en libertad. Los beneficios para la economía de la zona fueron brutales, lo que nos hace pensar que la sostenibilidad puede existir en espacios privados y públicos.
En Peñalajo, donde puede fotografiar al lince a una distancia de apenas 8 metros del hide en el que estaremos escondidos, se cuenta con unos escenarios únicos en España.
A través de las fotografías, podemos llegar a entender la importancia de la vida. Yo, cuando he tenido la suerte de fotografiar a un lince ibérico, se me ha “parado” el corazón. Es una motivación única, una de las siete maravillas del mundo. Son momentos irrepetibles que podemos transmitir con la fotografía para concienciar a los demás de la belleza que tienen estos animales y para que se hagan una idea de los problemas que afectan a la especie.
La finca se dedicaba antes a la caza de perdices y conejos; ahora, es una finca dedicada a la conservación del lince ibérico, del conejo, de la perdiz y de muchas más especies emblemáticas. Espero que en un futuro no muy lejano contemos con ejemplos como Peñalajo, fincas que utilizan la fotografía para ayudar en la conservación».
Si quieres conocer un poco más del trabajo de Rubén Sánchez, puedes visitar su Instagram o su web.