Marc Allès comenta la obra «Montserrat y la luz», de Marc Albiac

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Antes de empezar, me gustaría comentar un par de cosas. La primera es expresar mi alegría por haber sido elegido para esta tarea, pues es todo un honor que pueda ayudar (en la medida de lo posible) a que los fotógrafos mas jóvenes crezcan un poco más respaldados por los que ya llevamos algo más de “guerra”. La segunda cosa que quiero subrayar es que soy plenamente consciente de que es más fácil criticar una fotografía que realizarla, que no es lo mismo el trabajo que cuesta captar una imagen que el de mirarla sentado cómodamente y criticarla, por lo que pido de antemano perdón por si alguien cree que mis comentarios son poco justos. Ante todo, estoy aquí para dar mi punto de vista, ¡no para juzgar la labor de nadie!
He elegido esta imagen para el primer comentario per una razón obvia: la luz. El color rojo de la luz impactando sobre los picos de Montserrat tiene una atracción especial, no en vano, siempre se ha dicho que son unas montañas mágicas, pero cuidado, a veces las dominantes de color en una imagen son una arma de doble filo y, en este caso, la potencia del rojo predominante, tanto en la montaña como en la zona del cielo, puede llegar a crear algo de confusión.
La composición me parece buena, con la montaña cortando la imagen formando una diagonal y dejando que los picos empiecen y acaben dentro del encuadre, aunque para mi gusto, hubiera dejado la parte de montaña un poco más baja para ver algo más de cielo, ya que las líneas ascendentes que forman los picos parecen querer señalar algo que no terminamos de ver, y así, de paso, disminuimos la sombra que se crea en la parte izquierda.
Otro aspecto que me gustaría comentar es que la imagen me parece algo oscura, es decir, seguramente el histograma no llega a completarse por la derecha, perdiendo así una información que nunca debe dejar de conseguirse; ya se sabe, en fotografía digital el histograma es el que manda, una buena foto con una incorrecta exposición es como un Ferrari con ruedas de bicicleta. Si se usa un trípode (indispensable, creo yo, para fotografía de paisaje), no se debe escamotear tiempo de exposición ya que, a veces, medio segundo de espera es la diferencia entre una buena fotografía y una muy buena fotografía.
Por ultimo, creo que la intención de Marc al realizar esta fotografía era plasmar un bello paisaje con una luz inusual, llevando así al espectador hacia un momento mágico. Para mí, lo ha conseguido.
Cada imagen, una experiencia.
Marc Allès Marquès.

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