Revelando Reveladas – Ariadna Lacruz

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El 2 de mayo del pasado año, cuando estábamos en plena pandemia, Adelina Sánchez nos descubrió a Ari en el Instagram de AEFONA. Nos enamoró, y cuando se creó el Comité Reveladas, quisimos contar con ella. Os la presentamos.

2021_10_18 _ Entrevista a Ariadna lacruz (1)

Ariadna Lacruz es una joven fotógrafa de naturaleza, socia de AEFONA desde el 2015. Nos conoció gracias al congreso de Jaizkibel y a partir de ahí se enroló en el mundo de la fotografía de naturaleza. En 2016 ganó un premio Jóvenes hasta 14 años en MontPhoto con una fotografía tomada durante aquel congreso. 

Hoy sigue con las mismas ganas y con una visión de la fotografía muy especial. 

Transcribimos aquí la entrevista.

2021_10_18 _ Entrevista a Ariadna lacruz (2)

ADELINA: Ariadna, me gustaría que empezaras con qué tipo de fotografía haces y cómo empezaste.

ARIADNA: He tocado de todos los ámbitos, porque antes de marcar un rumbo quiero probar todo. Pero hasta ahora he tocado desde paisajes, detalles, macro, retratos, lo voy intentando todo.

AD.: ¿Hacia dónde dirías que te vas encaminando?

AR.: A mí siempre me ha gustado más la fotografía reivindicativa, demostrar algo al mundo, que mi fotografía llegue a alguien y que tenga un sentido detrás; por este motivo, yo creo que la fotografía de denuncia de naturaleza encajaría más conmigo. Aun así, me gusta mucho hacer retratos artísticos.

AD.: Entonces, se podría decir que de momento vas tocando todo y perfeccionando aquello que te gusta.

AR.: ¡Exacto!

AD.: ¿Y cómo surgió esto de la fotografía?

AR.: Todo empezó con mi tío. Él y yo nos vemos muy poco, y un día que vino a Barcelona me dijo que tenía una salida de fotografía con un amigo suyo y me apunté para ver que tal era esto. Iba con mi Nikon de pilas, muy pequeña, y pude probar un poco de todo. A partir de ahí empecé a hacer fotos, por mi cuenta y con mis amigas, y más adelante ya quise aumentar mi equipo. 

Unos veranos más tarde me ofrecieron ir al congreso de AEFONA en Jaizkibel (Hondarribia), y creo que ir fue de las mejores decisiones que tomé. Conocí a mucha gente, escuché muchos consejos y lecciones que me fueron muy bien. En ese congreso hice una foto que tiempo más tarde ganó en MontPhoto, una experiencia inolvidable que agradeceré a Paco Membrives; a Javi Alonso, por el apoyo a la hora de realizar la fotografía; y la ponencia de Tino Soriano en MontPhoto, que siempre recordaré. El premio de ese año fue una experiencia en un hide, que fue un poco divertida pero desastrosa, ya que no bajó ningún buitre. 

AD.: Qué gran historia. ¿Qué equipo tenías cuando fuiste a Jaizkibel y, después, a fotografiar los buitres?

AR.: Cuando fui a Jaizkibel, utilicé una compacta, la Canon G10 que me dejaron prestada y más adelante, con el dinero que conseguí en Navidades, me compré otra compacta de segunda mano, la Canon G1X. Por otro lado, el día del hide me quise arriesgar y tomé una prestada de un familiar, una Nikon réflex; ahora no me acuerdo en detalle de las prestaciones ni el objetivo que llevaba.  

AD.: Hay que arriesgarse siempre, quien no arriesga no gana, o eso dicen. 

AR.: Actualmente, tengo una Canon 6D con tres objetivos. Quiero agradecer a los participantes del curso de Jose Benito en Noja, que me ayudaron a buscar una cámara de segunda mano y esa misma tarde me la compré. Estuve tres meses con un teleobjetivo, pero sin cámara, una espera que se hizo muy larga. Por otro lado, agradecer a AEFONA Solidarios, que me enviaron un objetivo macro gracias al cual pude experimentar la fotografía macro desde casa durante los meses de confinamiento y pude hacer algunas fotografías de insectos. 

AD.: Muchas veces merece la pena, más si sabes que vas a comprar la cámara y cuál quieres. ¿Fue un avance grande para ti pasar de una compacta a una 6D?

AR.: La compacta me ayudó para empezar, aprender lo básico, hacer fotografías abstractas, pero quería probar cosas nuevas, y el teleobjetivo y las prestaciones de la 6D me ayudaron en ámbitos como el retrato y los animales.

AD.: En el ámbito de la formación, ¿has sido autodidacta, has hecho cursos…? ¿Cómo ha sido?

AR.: Mi tío sabe mucho de fotografía, pero solo lo veía una vez al año y cuando lo veía, aprovechaba mucho el tiempo con él. Y de un año al otro desarrollaba más la parte práctica a partir del ensayo y error. Actualmente me estoy intentando formar más teóricamente leyendo libros; he visto los webinars que ha organizado Mario Rubio durante la pandemia. Siempre que ha habido cursos por aquí, he intentado aprovechar, aunque hasta ahora he realizado muchos cursos de composición y ahora me gustaría centrarme más en la técnica. 

AD.: Como dices tú, con la escuela de Mario Rubio, con José Benito Ruiz y las formaciones en su página web y “Un Año de Fotografía”… es una maravilla tener toda esta formación al alcance.

AR.: He tenido mucha suerte al poder asistir a esas formaciones a mi alcance y gratuitas. A los demás nos aporta mucho.

AD.: Sí, es un gran maestro el que no se esconde nada y espera que la gente aprenda y llegue a su nivel o hasta lo supere. ¿Tienes fotos para enseñarnos?

AR.: Me gustaría enseñaros mi proceso de manera cronológica. Cuando volví de Jaizkibel, empecé a hacer retratos, a probar con cámaras de familiares, a verme cursos… Entonces me centré en hacerle fotos a mi mejor amiga, por la confianza que teníamos y el no sentirme juzgada o sola. Hilda me ha acompañado mucho en este mundo y siempre ha tenido ganas de aprender conmigo, es un gran apoyo. 

AD.: Es verdad que a veces dicen que la fotografía es muy solitaria, siempre va bien tener a alguien con quien compartir y aprender.

AR.: Totalmente. Siempre he visto mis fotografías como una parte muy íntima de mí y siempre da miedo compartirlas, por si los demás no las van a llegar a entender o ver como yo las veo. 

Siguiendo con lo de antes. Más adelante, me empecé a obsesionar con los amaneceres, después de la gran experiencia en Jaizkibel, y al llegar a Barcelona le dije a mi padre que me acompañase algunos días, y lo hizo pensando que no me iba a despertar, ya que soy muy dormilona, pero me desperté. Aún sigue sin entenderlo. Ahora, quizás, las miro y no estoy muy orgullosa, ya que tienen algunas carencias esas fotos, por la experiencia, el equipo, la técnica…

AD.: Empezamos todos en un sitio y uno ha de estar orgulloso desde el principio al fin. Ese principio es esa ilusión que te lleva a la inspiración, a la motivación, y a partir de aquí sales y empiezas a fotografiar, y eso es lo importante, el comienzo.

AR.: ¡Toda la razón!

AD.: ¿Qué más tienes para enseñarnos?AR.: A partir de aquí, me entró curiosidad por la abstracción; ya lo había probado antes, pero era un poco negada. Entonces, un día por la montaña me crucé con una zona con muchos árboles y me dije que quería la foto allí, y estuve un buen rato para que me saliese el movimiento perfecto. Agradezco a mis padres la paciencia de aquel día. Aunque hay gente a quien esa foto le encanta y otros no la entienden. Las fotos abstractas son un amor-odio a veces.

2021_10_18 _ Entrevista a Ariadna lacruz (3)

AD.: ¿Y tus padres la entendieron?

AR.: ¡Mis padres, al principio, estaban más convencidos de esa foto que yo!

AD.: A veces nos cuesta ver nuestras fotos hasta pasado un tiempo. 

AR.: Después de todo esto, me gustaría hablaros del viaje que hice con la Asociación Miradas a Chauen, en septiembre de 2019. Creamos un grupo de fotógrafos muy bonito, con el que vivimos muchas experiencias que siempre recordaré; crear todo esto es otra parte de la fotografía muy especial. También hice, en algunas ocasiones, de modelo, donde aprendí lo que es no estar detrás de la cámara; me hicieron fotos muy bonitas y originales que aún guardo con mucho cariño. Gracias a Mauri y a los demás por darles su tiempo de procesado y mandármelas.

AD.: La fotografía te trae estas cosas, congresos, reuniones, anécdotas y muchas vivencias.

AR.: Exacto, tengo muy buen recuerdo de África, de la Asociación Miradas, porque veía las fotografías muy distinto a lo que había visto hasta ahora y sentí que teníamos muchas cosas en común.

AD.: Es verdad, a veces en la fotografía ocurre esa conexión, que saca de ti otra motivación y buenas amistades que te hacen crecer con ellas. 

AR.: En Chauen aprendí mucho de diferentes ámbitos de la fotografía. Desde detalles, retratos, fotorreportaje, gatos… A través de todas estas fotos, por fin he vivido lo que es la historia detrás de cada fotografía. Tengo fotos de diferentes trabajadores y de distintos oficios, que aparte de fotografiarlos, tuve el placer de conocerlos y crear anécdotas y vivencias. También intenté crear mensajes detrás de cada fotografía. Hay una a la que le tengo cierto cariño, donde sale un hombre, con un atuendo muy característico, cruzando lo que podríamos decir un túnel hacia un sitio con mucha luz y creo que se puede interpretar de muchas maneras, y yo le doy un mensaje muy bonito. 

AD.: Tienes un trabajo con mucha personalidad y tengo muchas ganas de ver más. ¡Espero vernos pronto en persona!

AR.: Muchas gracias, Adelina, por darme esta oportunidad y darnos voz a los jóvenes y mujeres fotógrafas. Un placer estar con vosotros. Nos vemos pronto.

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