Javier Camacho ha logrado su objetivo: coronar el monte Everest sin el empleo suplementario de oxígeno, a pesar de que contara de antemano con echar mano de esta ayuda después de que días pasados sufriera una fuerte faringitis acompañada de tos severa, lo que le obligó a abandonar el campo base y bajar hasta Luckla para intentar superar dicho contratiempo.
En resumidas cuentas, y a pesar de las citadas complicaciones, la ascensión a la cumbre más alta de la Tierra por parte de nuestro amigo y compañero puede resumirse en tres palabras: veni, vidi, vici. Como manifestara sin ambages Julio César tras regresar victorioso de la batalla de Zela.
Como tenía previsto -y así lo había anunciado- Javier inició el ascenso hoy, miércoles día 16 de mayo, aprovechando la «ventana» de buen tiempo de la que hablaban los partes meteorológicos. Y con mucho tesón y fuerza de voluntad el hombre venció a la bestia. Enhorabuena.
Aprovechando la ocasión, puede decirse que Javier ha aupado a AEFONA hasta el punto más elevado del planeta, por lo que nadie podrá ignorar en adelante que nuestra asociación fotográfica «ha tocado el cielo».