Reflexiones sobre composición. Los elementos: el punto, por José B. Ruiz

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El punto

Es la unidad más simple en comunicación visual, de forma básicamente redondeada, la más abundante en la naturaleza, si bien cualquier forma, a pequeña escala en una imagen, puede actuar como punto en un diseño visual.

Concepto de punto en la imagen. El punto tiene una poderosa atracción visual. En este caso su impacto está muy reforzado, pues constituye el eje vertical y además representa el tono más claro en la imagen.

 

El punto representa la unidad mínima de expresión, sin dimensión, tan sólo determina una posición en el espacio. Su tamaño no es importante, pero es pequeño por definición. Cualquier forma pequeña sobre un fondo relativamente grande actuará como punto. Su poder visual es grande, aunque sea único y aislado. Si hay varios y son de diferente tamaño, pueden crear medición del espacio y sensación de tridimensionalidad, de tamaño decreciente con la distancia. Cuando se utilizan varios puntos en una imagen, nuestra percepción los conecta, creando líneas y, por tanto, dirección, movimiento.

Imagen constituida por puntos. Además, hay valores de gradación tonal y de color, que aportan dimensión. Los puntos en la imagen se agrupan visualmente por similitud, ya sea de color, tamaño, tono, etc. El reparto de puntos con similitud creará la sensación de equilibrio.

 

Cualquier punto tiene una enorme fuerza de atracción para el ojo, tanto si su presencia es natural como si ha sido colocado allí por el ser humano con algún propósito. Dos puntos constituyen una sólida medición del espacio, una referencia de distancia y profundidad. La densidad de los puntos en un diseño dirige la mirada y desplaza el peso visual hacia el lugar en que se encuentran, pueden desequilibrar al peso más sólido.

Cuando existe una conexión visual entre los puntos, pueden crear una línea y, por tanto, transmitir movimiento. La proximidad de los puntos crea tono y color, por ello son la base de la impresión de las imágenes. Los cuatro colores básicos aplicados a puntos dan como resultado la cuatricomía, el proceso de reproducción de imágenes por imprenta.

Estructura, movimiento y medición del espacio. Las formas rodeadas de espacio, con un pequeño tamaño relativo, actúan como puntos. En este caso conectan visualmente determinando líneas, por tanto movimiento. La diferencia de tamaño, más pequeño cuanto más elevada es su posición, informa de dimensión, de distancia, de lejanía entre primer plano y fondo.

 

En Foundations of Art and Design, Alan Pipes nos refiere que: “Todo comienza con un simple punto”. Es muy aconsejable seguir este precepto a la hora de concebir un diseño visual, entendiendo como punto el elemento de máxima atención. ¿Dónde emplazaremos la forma que canalizará nuestra atención al primer golpe de vista? Es un buen comienzo.

Dirección, movimiento. Ejercicio de dirección mediante puntos que conectan y dirigen la atención hacia la forma principal, formada por triángulos, en el fondo.

 

El uso del punto ha sido muy profuso como soporte en determinadas etapas del arte, incluso clásico, como los mosaicos romanos, los tapices, en estilos como el puntillismo e, incluso, en las obras de artistas modernos.

En fotografía resulta fundamental la comprensión de que las formas pequeñas (no necesariamente circulares) funcionan visualmente como puntos, cuyo poder de atracción es grande, por lo que debe cuidarse extremadamente dónde los posicionamos.

Equilibrio de pesos. Colocación artificial de un punto por parte del fotógrafo, con el fin de equilibrar el eje y completar el encuadre.

 

Debemos utilizar el punto como elemento para:

– Estructurar la imagen. Permite equilibrar el peso visual de las formas. Un punto puede compensar una forma de importancia, como un triángulo, un eje o estructuras más complejas, ya que es una formulación muy poderosa. Para ello debe posicionarse opuesto al peso que se quiere compensar.

– Crear dirección y movimiento. Con varios puntos se crea una continuidad visual al percibirlos en relación entre sí. De esta forma, podemos dirigir la mirada y forzar la circulación de la vista por la imagen de una forma determinada. La formulación más empleada suele ser en el punto de fuga de una perspectiva, reforzando la direccionalidad de las líneas de fuerza.

– Medir el espacio y crear profundidad. El punto se relaciona sobremanera con el espacio y su dimensión relativa depende de la proporción de ambos. Permite crear una referencia visual que nos permita tener una percepción del tamaño y la escala. En algunos cuadros de Degàs la dimensión del paisaje se logra ubicando varios pequeños puntos (personas) que lo dimensionan. Mediante puntos decrecientes en la distancia se crea sensación tridimensional, de lejanía en el plano vertical. Incluso un planeta con una enorme masa puede ser un punto si está rodeado de una gran porción de espacio. No importa el tamaño de un sujeto, rodeado por el espacio aparecerá pequeño, como un punto. Así, el punto se relaciona sobremanera con el espacio y su dimensión relativa depende de la proporción de ambos.

En cuanto disponemos de dos elementos o puntos nos vemos limitados en la manipulación de la escala y dependemos del posicionamiento de ambos en la tercera dimensión. Autores como Georges Seurat o Alan Baker basaron muchas de sus obras en puntos, cuya proximidad creaba densidades que se aprecian como tonos.

Refuerzo del eje. El fotógrafo se ha colocado cuidadosamente para ubicar el punto dentro de una forma y reforzar el peso visual de un eje poco marcado, que compensa el peso de la prolongada línea horizontal.
En esta primera imagen, una diapositiva escaneada realizada hacia 1982, la forma del animal, un oryx, se ve reducida en el esquema visual al funcionar como un punto. En este caso, las líneas de fuerza direccionan hacia el exterior de la imagen, fuera del encuadre, mientras que el eje —el vértice del triángulo de la elevación más alta—, queda casi centrado, estableciendo un diálogo visual de más corto recorrido.
En esta fotografía, el punto está ubicado bajo las líneas de fuerza, reforzando el concepto de línea como vehículo que conduce, que dirige la atención, en este caso hacia el punto.
Las flechas indican la direccionalidad de las líneas que convergen en el punto.
El eje queda más marginado, más cerca del borde del encuadre.
En esta, proporcionado por la distancia del punto a su borde más próximo.
Entre el punto y el eje se establece, así, un diálogo visual más prolongado, por lo que el encuadre aparece más completo.

 

Arribazón de medusas vela de mar (Velella velella). Se realiza una imagen documental del agrupamiento de los puntos de diversos tamaños.
El fotógrafo coge dos formas de tamaño similar al mayor y construye un triángulo por similitud. La imagen aparece estructuralmente más completada, más compleja, pero con orden, con una clara circulación.

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